jueves, 23 de diciembre de 2010

De cómo alienar a la población


Facebook y su uso extremo alienó bastante a todos. Pero anoche fui invitado al casino de Olavarría, que en realidad se llama Bingo.
Fue la alienación más extremada que vi en mis 18 años. Me daba una especie de verguenza ver a todos con su vasito lleno de monedas sentados frente a maquinitas que cada tanto les tiraba una de vuelta. No sé por qué, pero pensaba en todo lo que le pasaba a estas personas fuera del lugar, detrás de esas miradas vacías (ambiciosas) y hasta sentí lástima por ellos.
En un momento estabamos jugando en estas maquinitas que, obviamente, no ganamos nada, y un hombre al lado nuestro puso 50 pesos. Un billete. Cuando lo hacía me miró medio avergonzado. Al rato volví a mirar y había perdido casi todo ya. Inconcebible.
Otra cosa que llamó mi atención entre los ludópatas, fue ver tantas mujeres de más de 55-60 años. Probablemente habían cobrado sus jubilaciones ese día, y estaban esa noche (eran cerca de las 3 de la madrugada) en el casino.
Algo que llamó mi atención, ya hablando del lugar, que no recorrí, fueron las maquinas en sí. Había una de Creature from the Black lagoon (Arnold, 1954). Había de algunos videojuegos... De Alien... Sólo un detalle que me pareció divertido y hasta "simpático".

Dejo este pequeño texto que subió una amiga a facebook, luego de ver Pánico y Locura en Las Vegas, la de Terry Gilliam.

Me empapé en el lodo de la ambicion, persiguiendo visiones y bestias de miradas frías que se escurrían entre las ruletas y las sonrisas siniestras de gente que buscaba aparentar no haber perdido control de sus actos y de sus bienes...
María Victoria Maldonado


1 comentario:

Bel dijo...

Yo fui una sola vez al casino, al de Pinamar. Y solo jugué al tragamonedas porque otra cosa no sé. Jugamos hasta perder los 50$ que habíamos puesto, pero si nos íbamos antes en realidad ganábamos. Para ir una que otra vez está bien, pero si no, terminás enfermo posta.